Asentamiento y Contrucción del Moai
Hace unos 1500 años una migración procedente de Polinesia, encabezada por el ariki (rey) Hotu Matuá, arribó a nuevas tierras iniciando una de las más portentosas culturas desarrolladas en el mundo. Durante una primera época, los colonos polinesios se abocaron a la búsqueda del agua, recurso escaso en una isla sin ríos. Pasado los primeros siglos desde el asentamiento creció la necesidad de recordar a sus ancestros más ilustres; así nació el moai, rasgo distintivo y único de la cultura rapa nui. A lo largo del tiempo, la construcción de la estatua se transformó en la principal actividad laboral y económica de toda la isla, restando incluso mano de obra a importantes labores como la agricultura y la pesca.
La paz que trae consigo la masificación del trabajo del tipo monumental hizo que la población aumentara hasta unos 10 mil habitantes.Después de ese gran aumento de la población, empezó una nueva etapa en la historia de la isla (siglo XVII y XVIII d. C app.). Estuvo marcada por innumerables y interminables luchas entre las grandes tribus que tuvieron como resultado el fin de la primera cultura: la del moai.
Las guerras dieron paso a una nueva administración político religiosa en la isla y quedó atrás el culto al hombre, al ser derrumbados todos los moai. La nueva época se caracterizó por una vuelta a las tradiciones mas antiguas de Polinesia: el culto a las aves. Los líderes religiosos de la isla se asentaron en el borde sur del volcán Rano Kau, creando la aldea ceremonial Orongo. Año a año se esperaba la llegada de las aves migratorias que, según la tradición oral, eran enviadas por el mismo dios Maka Make para avisar el comienzo de una nueva temporada, pues en el pasado existían sólo dos épocas anuales: hora y tonga (verano y invierno).
La ceremonia del hombre pájaro consistía en una competencia que tenía como objeto la captura del primer huevo de la camada del ave manutara. Cada tribu tenía un representante (hopo manu); quienes se recluían en las inmediaciones del volcán Rano Kau para entrenarse en los distintos aspectos de la competencia (escalada, natación).
Con la llegada de las primeras aves migratorias a los islotes, en época de primavera, se daba comienzo a la carrera. Los hopo manu o competidores celebraban una comida ritual llamada "umu tahu", pintaban sus cuerpos con "kiea" (tierra mineral de colores extraída desde los acantilados) y después procedían a bajar el acantilado inmediato a la aldea de Orongo, con un altura de uno 300 m sobre el nivel del mar. Luego nadaban hacia el mayo de los islotes, Motu Nuoi, distante unos dos km. Los hopo manu esperaban en cavernas que las aves nidificaran sobre el islote. Una vez que los pájaros ponían sus huevos, se procedía a capturar uno, y a anunciar hacia Orongo que se era poseedor de éste. Se reiniciaba la natación, se escalaba el acantilado hasta la aldea y el hopo manu que entregaba primero el huevo a su ariki (rey) lo convertía en el tangata manu, jefe religioso y político de la isla durante un año.
Este sistema detuvo las grandes guerras tribales, dejando una calma relativa a Rapa Nui. En esa época Expediciones desde el OesteLa llegada del capitán holandés Jocobo Roggeveen en 1722 dio a conocer la isla en todo el mundo. Durante el siglo XVIII es visitada por 3 expediciones más: James Cook, Gonzalez y de Galaup. En el siglo XIX comenzó la página más negra de la historia de Rapa Nui. Es invadida por expediciones esclavistas que tienen como resultado, a lo largo del siglo, el rapto de unos cuatro mil isleños para ser usados como esclavos en las minas guaneras del antiguo sur de Peru, actual norte de Chile.Durante ese período arribaron los primeros misioneros católicos.
La llegada de los occidentales, en conjunto con la alta influencia de la religión católica, sin olvidar el extrañamiento de una importante porción de la población de la isla, casi exterminaron la antigua cultura rapa nui, que perdió su escritura jeroglífica rongo-rongo. En 1866 se realizó la última elección del tangata manu.
Este hito marcó el fin de lo que se podría denominar la cultura clásica de Rapa Nui. A partir de ese momento, y con la llegada de los primeros colonos occidentales, la cultura sobre la isla tuvo un dramático vuelco, que convirtió a este pueblo de tradición polinesio-oceánica en un pueblo de ganaderos y agricultores.
En 1888 Rapa Nui pasó a formar parte del territorio chileno a través de un trato suscrito por el ariki Atamu Tekena y el representante del gobierno chileno, Capitán de fragata, Policarpo Toro.
Durante las últimas décadas del siglo XIX y primeras del siglo XX se consolidó la actividad ganadera ovina en Rapa Nui. La isla fue entregada en arriendo a compañías ovejeras. Durante casi toda la primera mitad del siglo XX los isleños son confinados al poblado de Hanga Roa, y se declaró arraigo sobre ellos, no pudiendo abandonar el pueblo.

Cultura Rapa Nui


HISTORIA

La cultura Rapa Nui actual conserva gran cantidad de ritos, ceremonias y creencias ancestrales. Algunas prácticas variaron según las etapas por las que transcurrió este pueblo desde su prehistoria. Sin embargo los antiguos conceptos como el Mana y el Tapu, persistieron.El Mana es la magia o poder sobrenatural y está en manos de los espíritus y sólo de algunos iniciados. Cualquier objeto puede contagiarse con esta magia, sobre todo las personas que viven con hombres poderosos.En la llamada fase expansiva se produjo una inusual devoción religiosa, relacionada con el culto a los ancestros. En tal período se llevó a cabo la construcción de unos 300 altares ceremoniales y cerca de 600 moai: el poder de los sacerdotes y de la nobleza se encontraba en su plenitud. Luego sobrevino la crisis política y la hambruna; a esta etapa se le llamó fase decadente. Las peticiones de los Rapa Nui a los dioses, entonces estaban ligadas a la adquisición de alimentos. El culto al dios Make Make, relacionado con la fertilidad, surge en este período.

RAPA NUI - PUEBLO
El pueblo Rapa Nui habita la Isla de Pascua. Rapa Nui es el nombre originario de esta isla de origen volcánico y forma triangular, situada en medio del Océano Pacífico Sur. La isla, de sólo 180 km2, posee tres volcanes situados en sus tres puntas, el Rano Kau, el Maunga Terevaka y el Poike.Grandes esculturas de piedra, coronados con rojos sombreros que dan la espalda al mar enmarcan esta compleja y misteriosa cultura. Son los característicos Moai que, a más de 3.000 km. de la costa de Chile continental, frente al Puerto de Caldera, nos hablan de este pueblo ancestral.Alrededor de 250 Ahu, altares ceremoniales de piedra, 600 Moai en pie y otros esparcidos por la isla, abundantes petroglifos grabados en piedras volcánicas, y música y bailes que recuerdan a la Polinesia, son su escenario cultural.Actualmente la isla está habitada por 3.837 personas, de las cuales, existe una diferencia de género: 2.010 hombres y 1.827 mujeres; un índice urbano de 3.630 personas, y un índice rural de 207 personas aproximadamente.


ORIGEN
Los orígenes de los habitantes de Rapa Nui no están del todo claros y diversas teorías se han tejido en torno a ellos. Para los habitantes originarios de la isla, la historia se explica en su mitología y tradición oral. A través de ella reconocen que el Rey Hotu Matu'a, con más de 100 personas provenientes de islas polinésicas cercanas, fueron los primeros colonizadores de Rapa Nui.Según la leyenda, el legendario héroe habría establecido la organización social, el sistema de parentesco y descendencia, además de la forma de construcción de monumentos y viviendas. La cultura Rapa Nui está ligada a la polinesia, pero en su aislamiento este pueblo desarrolló singulares sistemas de creencias y construcciones de piedra que no existen en ningún otro lugar del mundo.La unidad social básica, es el hua'ai, que es la familia extensa, compuesta de tres generaciones como mínimo, y cuya descendencia es patrilineal. Su lengua, el Vananga Rapa Nui, y su escritura ceremonial, Rongo Rongo, pertenecen a la familia polinésica

ALTARES CEREMONIALES
Los Rapa Nui esculpieron las imágenes de sus antepasados en piedra volcánica, a diferencia de los polinésicos que lo hicieron en madera. Usaron la cantera del volcán Rano Raraku, en donde hasta hoy existen unos 70 moai que no fueron terminados y parecen haberse quedado dormidos en la piedra. El estancamiento en la producción de estas monumentales esculturas, se debe a la crisis interna, desatada por disputas de poder y escasez de alimentos en la isla.Los moai miden en promedio 4mts. de altura. La excepción es el moai Paro, que alcanza los 10 mts. y llega a las 85 toneladas de peso. Parte del Ahu Te Pito Kura, es la expresión final del megalitismo usado como símbolo del poder político y religioso, en las pugnas internas de la sociedad Rapa Nui.

Se esculpían directamente en la roca volcánica, con cinceles de basalto. Una vez terminados, eran levantados y deslizados a los pies del volcán, con firmes cuerdas vegetales. Y eran trasladados a los diferentes puntos de la Isla para ser erguido en el ahu. Una vez en pie, se les tallaban los ojos, nariz, las orejas alargadas y se le tatuaba la espalda. Con la ayuda de cuerdas eran trasladados a un altar ceremonial determinado, ya sea arrastrándolos en armazones de madera o con movimientos basculares, como si caminaran por sí solos. El largo y duro proceso de trasladar al monumento, concluía cuando el moai era colocado de espalda al mar sobre el ahu, o altar. Allí el Ariki, rey, presidía un ritual en el que se investía al moai de un poder capaz de proteger al linaje y a la isla.Sólo después de esta ceremonia, el moai recibía sus ojos compuestos de coral blanco y obsidiana, además de un sombrero elaborado con escoria roja, similar al moño teñido de rojo o turbante que usaban los Arikis, como símbolo de su divinidad.

Ahus


Ahu Tahai
Aunque parece el nombre de todo el emplazamiento aquí hay tres ahu restaurados: Ahu Tahai, el ahu del medio del grupo y que sustenta un grande y solitario moai sin copete, Ahu To Ko Te Riku, que sostiene un grande moai con el copete en su lugar y, del otro lado, Ahu Vari Uri que sostiene 5 moai de varios tamaños. La gran plaza que se extiende frente a Ahu Tahai ha sido restaurada y hay varios rasgos interesantes, entre ellos las piedras de los cimientos de algunas casas. Ahu Akapu con su solitario moai se yergue en la costa, al norte de Ahu Tahai.
Ahu Tepeu
Este gran ahu está en la costa noroeste, entre Ahu Akapu y el cabo norte. El lado del ahu que da al mar es el rasgo más interesante de la estructura. Tiene una pared de 3 metros cerca del centro, compuesta de grandes losas verticales de piedra. Varios moai se erguían sobre el ahu, pero todos fueron derrumbados. Al este de Ahu Tepeu hay restos de una extensa aldea, indicados por las piedra de los cimientos de varias casas con forma de embarcación y las paredes de varias casa redondas.
Ahu Vinapu
Hay dos ahu, uno junto al otro, en el suelo del valle. Ambos sostenían moai, pero se vinieron abajo y la mayoría están rotos, con el rostro hundido en la tierra y los escombros.
Un interesante hallazgo del emplazamiento de Vinapu es una larga piedra de ladrillo rojo con forma de columna de cuatro lados que ahora está frente a uno de los ahu. Obviamente no es un moai común, pero si se examina detalladamente se percibe que es una especie de moai con brazos y manos pero sin cabeza. También tiene piernas cortas, mientras que la mayoría de los moai de la isla no tienen piernas.
Ahu Te Pito Te Kura
En la costa norte de la isla, sobre la bahía La Pérouse se encuentran los moai más grandes jamás desplazados desde Rano Raraku y erigidos sobre un ahu. El nombre del ahu viene de una piedra llamada y#8220;te pito te kuray#8221; -y#8220;el ombligo de la luzy#8221;-. En altura, proporciones corporales y aspecto general es similar a los altos moai aun sepultados hasta el cuello en Rano Raraku.
Ahu Akivi
Se trata de un templo cuyos siete imponentes moais miran hacia el mar, lo que da origen a numerosas leyendas. El complejo fue restaurado en 1960 por un grupo de especialistas dirigido por Mulloy y el arqueólogo chileno Gonzalo Figueroa.
Ahu Tautira
Comprende los torsos de dos moai partidos que han sido re-erigidos en el ahu.
Dirección: Caleta Hanga Roa.
Ahu Akapu
Está ubicado en la costa norte de Ahu Tahai y cuenta con un solo moai.
Ahu Ature Huki
Se halla en la playa de Anakena y cuenta con un solo mohai, que fue re-erigido por los noruegos e irlandeses.
Ahu Nau Nau
Está compuesto por siete moais, de los cuales cuatro tienen cabezas y tres sólo conservan el torso.
En Rapa Nui, `Mata ki te rangi` significa `ojos que miran al cielo`. Algunos erupeos interpretaron esto como una referencia a los craters de los volcanes que encontramos en las esquinas de la isla triangular. Sin embargo, durante la excavación y restauración de Ahu Nau Nau en Anakena, en 1979, los investigadores descubrieron que los moai no eran ciegos, sino que tenían a rocas y corales por ojos. Esos eran los `ojos que miraban al cielo`, y no los volcanes.
Ahu Vaihu
Este complejo se encuentra en la costa sur, al este de Ahu Vinapu y cuenta con ocho altos moai que fueron tumbados y ahora se hallan tendidos boca a bajo.
Akahanga
Es un gran ahu con un gran moai tumbado. Está situado en la costa sur de Isla de Pascua.
Ahu Hanga Tetenga
Es un complejo que se halla casi completamente en ruinas. Sin embargo, en él podemos distinguir dos moai tumbados y partidos en fragmentos. Lo encontramos en la costa sur de Rapa Nui.
Ahu Tongariki
Las ruinas de este complejo se componen de 15 enormes moai. En ellos hay grabados varios petroglifos que representan a una tortuga con cara de hombre, un atún, un hombre pájaro y una mujer con sus piernas extendidas.